Shabat, el sábado judío, es un período de 25 horas de descanso que se extiende desde antes del atardecer de la noche del viernes hasta el anochecer del sábado. La idea es tomar un descanso de la vida cotidiana y concentrarnos en la familia, la comunidad y el crecimiento espiritual. En nuestra vida de ritmos acelerados, puede ser un cambio muy positivo detener el ajetreo, tanto en el trabajo, el preescolar, o la ida a la tienda de alimentos y, en cambio, disfrutar semanalmente de la reconexión con la gente y las ideas que realmente importan en la vida.
En muchas familias, la celebración central de Shabat se desarrolla en la noche del viernes, alrededor de la mesa. Para la familia y los amigos, ese es un espacio para pasar tiempo juntos, relajados y volver a conectarse al final de una agitada semana de trabajo y escuela. Además de la cena del viernes a la noche, durante el sábado muchas familias participan de un almuerzo festivo y una cena antes del atardecer.
Aunque la celebración de Shabat en casa tiende a enfocarse en la comida, otros pasatiempos de Shabat incluyen la lectura, juegos de mesa, hablar, caminar y dormir la siesta. Puede ser muy aliviador tener tiempo reservado para estas actividades de calma, que generalmente no son priorizadas durante el bullicio de la semana laboral.